La vida en el desierto siempre ha sido muy difícil, sobre todo por la falta de agua y vegetación para sobrevivir, sin embargo, antiguos pobladores han dejado muestras de las habilidades del ser humano para adaptarse a cualquier medio.
En la entrada al cañón se yergue una figura hecha de metal que es el símbolo que tiene cabeza de venado.
La gente de la antigüedad vivió alguna vez en estos albergues naturales de roca labrados por el agua del río en las paredes del cañón. Ellos pintaron distintivos símbolos en las paredes que nos hablan de su paso por estos lugares.
Hace aproximadamente unos 4000 años, los pobladores del cañon de Seminole pintaron estas imágenes usando pinturas que obtenían de moler minerales y plantas. Parece que preferían el color rojo y usaron los dedos como pinceles. De algunas plantas obtenian fibras para hacer mecate y también utilizaban cierta clase de madera para frotarla y obtener fuego.( En la fotografía estoy sosteniendo una de esas maderitas ).
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